domingo, 10 de mayo de 2009

Salta, ríe, baila... descansa



Y me subí a un tren, de destino incierto, deseado pero incierto, y cansado de los vagabundos de la última clase, que apestan a pobreza de frutos e ilusiones, decido bajarme de aquel tren tan lento...
...me tiro del tren en marcha, justo antes de que su vía acabe, y a pesar de las pequeñas heridas, comienzo a caminar, alejándome de las vías, no vaya a ser que otro tren me arrastre hacia otra estación incierta, quizá relajante, pero incierta...
Veo trenes pasar, escucho los trenes pasar, dicen que la próxima estación está cerca, pero continuo caminando sin más...
Me acerco al pueblo más próximo, me introduzco en sus entrañas, y me paro en el bar nostálgico de la plaza... sentado en la terraza duermen los pies rotos, y puedo digerir aquella luz tan saludable, y beber un poco del aire de las montañas... esto sí que es vida.

...más vale un minuto de tranquilidad, que apostar un todo o nada a la señora felicidad...

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