viernes, 13 de marzo de 2009

Caras


... y en aquel bar había miles de caras, y cientos de caras parecidas, pero ninguna cara igual... todos se mueven a un mismo son, y yo retrasado en la voz y en los pasos, doy un paso adelante e intento integrar mi imagen en un mundo paralelo lleno de aire ondulado y borroso...

... otro agua anaranjado me hace recordar que al menos en esto puedo ganar... ¿ganar o perder? según se mire. Yo sigo buscando caras en un intento de abstraerme de los empujones y de las canciones rotas... pero es inútil. Veo caras, de entre todas las caras desconocidas, comodín, humeantes, morbosas, inertes... encuentro caras familiares, caras simpáticas, pero ninguna cara igual.

Es curioso como en el lugar más cálido, más prieto y agobiante puedes sentirte el ser más solitario de la Tierra a veces... el ser más frío e inerte... pero al fin y al cabo un ser, que sólo busca caras...

...caras que confundimos, que aparecen entre las sombras del aire ondulado... caras que recordamos, caras que no van a estar ahí, pero que sin embargo están. Las vemos.

Y así, como para un ciego sus manos llegan a ser sus ojos, las mías intentan abrirse paso entre la gente, entre las caras tan parecidas... pero ninguna igual... y al salir al fin respiro, al fin distingo, al fin comprendo, que no hay caras, sino cuerpos sometidos ante un mismo ritmo estereotipado... cuerpos hinchados de energía, pero vacíos al fin y al cabo, que se consumen con cada espiración, con cada mirada al cielo... cuepos que visten caras, algunas de ellas parecidas, pero ninguna igual...

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